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“Educación Popular” de Sarmiento

  • Publicación de la entrada:29 septiembre, 2016
  • Tiempo de lectura:8 minutos de lectura

La Secretaria de Educación de SADOP comenzó el pasado jueves 15 de septiembre un seminario titulado “Leer y usar fuentes del pensar educativo argentino”. Se trata de ocho encuentros organizados por la UNIPE (Universidad Pedagógica) con los docentes Darío Pulfer y Nicolás Arata. Durante el seminario se presentarán los autores y textos fuentes de las diversas tradiciones del pensamiento pedagógico argentino en base a la colección  Ideas en la educación argentina. Además, a cada encuentro asistirá un especialista del tema que aportará claves de lectura del contexto de producción, de la trayectoria del autor, del texto bajo análisis y reseña de la bibliografía. El objetivo de este curso es promover el uso de la Colección de la UNIPE.

Este primer encuentro trató sobre Domingo F. Sarmiento y su obra Educación popular, escrita en el año 1849. Este libro fue un eje inspirador de la Ley de Educación Común (ley 1420), en la que se asentaron dos principios básicos: 

  • Que la educación general es una responsabilidad del Estado
  • Que la educación debe ser totalmente independiente del poder político y de la influencia religiosa. 

Además, Educación Popular resume la propuesta educativa de Sarmiento, en términos teóricos y en aspectos prácticos, que consistía en propiciar una educación plural, a la que concebía como aporte sustantivo para la democratización de la sociedad. Esta obra también destaca la importancia de  considerar la formación del ciudadano desde el punto de vista de la economía política y destaca la necesidad de propiciar una enseñanza utilitaria, racional y científica. 

Nicolás Arata (Doctor en Educación por la Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras) inició la jornada brindando un marco conceptual de referencia explicando desde que perspectiva se va a analizar el material. Arata comenzó aclarando que en la Historia, como disciplina, el eje de estudio es el Tiempo y no el Pasado. Además, invitó a los presentes a pensar cómo se transforma el campo historiográfico pedagógico. Así, destacó que el artículo de Adriana Puiggrós “Presencias y ausencias en la historiografía pedagógica latinoamericana” (1994) es fundamental para entender estos cambios y su lógica ya que nos invita a pensar que esta quedando por fuera del campo historiográfico actual. Arata también afirmó que es clave entender la figura del archivo como componente que modifica los diversos relatos. Así, destacó la existencia del Archivo Estatal, que se configura como las formas en las que el Estado Nacional establece su participación en la memoria colectiva. Además manifestó que hay que dudar, en su justa medida, de estos archivos. En contraposición a este tipo de unidades de información, Arata mencionó la idea de Walter Benjamin que afirma que el historiador real es el que cuestiona “que es lo que merece ser recordado y que no”. Entre estas dos concepciones se genera una tensión sobre la cual hay que trabajar. Luego, el docente diferenció, dentro de la historiografía, ideologías triunfantes (como la de Mercante) e ideologías no triunfantes (Carlos Vergara). También destacó que los diferentes conceptos de Estado y Sociedad han cruzado a lo largo de la historia a los intelectuales y deben ser tenidas en cuenta a la hora de realizar cualquier tipo de análisis. Para finalizar el marco conceptual, Arata invitó a pensar sobre la contraposición de las figuras del intelectual y el concepto de Redes. O sea, pensar a Mercante, Julio Barcos y a Sarmiento, entre tantos, como individuos cuya producción de conocimiento estaba impulsada por una rede de contactos, intereses, inquietudes y valores de un contexto complejo establecido más allá de la figura del intelectual solitario. Para cerrar su exposición, destacó que hay que leer “Educación Popular” a contraluz del Facundo.

El educador y pedagógo Juan Carlos Tedesco junto a la Mg. Ivana Zacarías fueron los encargados de profundizar sobre la obra de Sarmiento. Así, el ex Ministro de Educación comenzó su exposición afirmando que Educación Popular tiene muchos elementos de un diario de viaje y que funciona como un manual de educación comparada, ya que al relevar varios lugares de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos, lleva esa impronta. También sostuvo que se trata de un libro detallista, muy descriptivo y que debe ser entendido dentro del marco de la construcción del Estado Nacional. Luego, destacó la admiración que Sarmiento tenía por los sistemas educativos de Francia y Estados Unidos. El francés, un modelo centralizado, y el estadounidense, descentralizado. Así, Sarmiento tomó de Francia el aspecto curricular y de Estados Unidos lo administrativo y con esta estructura de base apostó por la formación primaria como eje primordial.

En la introducción de Educación Popular, Sarmiento deja bien en claro los motivos por los cuales la educación debe ocupar un lugar clave en la construcción de las nuevas sociedades: “El poder, la riqueza y la fuerza de una nación dependen de la capacidad industrial, moral e intelectual de los individuos que la componen; y la educación pública no debe tener otro fin que el aumentar las fuerzas de producción, de acción y de dirección, aumentando cada vez más el número de individuos que las posean”. De acuerdo a Sarmiento, educar a las masas era condición para elevar la dignidad de la nación, en especial porque los habitantes de esta región pertenecen “a una raza que figura en la última línea entre los pueblos civilizados”. Luego, Tedesco destacó que este libro sirve para explicar la situación contemporánea de los sistemas educativos de Argentina y Chile, donde el primero está caracterizado por ser popular y el segundo jerárquico. Además, se mencionó que Sarmiento fue un militante de la alfabetización, un adversario a cierto sector de las elites, un individuo que pensó al pueblo desde la óptica del inmigrante y que buscó generar una escuela que cumpliera la función de reconversión social y, por sobre todo, un intelectual que luchó por apostar a la universalización de la educación de base.

Para cerrar, Tedesco afirmó que Sarmiento es un pensador controversial y que sin lugar a dudas, mucha de su obra escrita puede ser cuestionada desde distintos ángulos, y él mismo se ha contradicho en infinidad de ocasiones sobre los mismos temas. Así, sus contemporáneos lo han criticado, y décadas más tarde ha padecido embates desde la izquierda y desde la derecha. Por esto, la mejor manera de acercarse a este intelectual tan relevante para la historia argentina, es leerlo y sacara cada uno sus propias conclusiones.

Desde SADOP, ponemos a disposición la obra en cuestión.