Por Horacio Ghilini
Secretario de Relaciones Institucionales
SADOP
El pasado sábado 26 la conmemoración del fallecimiento de Evita estuvo signada más por el "volveré y seré millones" que por la merecida ofrenda floral. Me refiero a la reafirmación de la militancia tanto en el evento de Córdoba realizado por Unidos y Organizados como por la jornada realizada en la Universidad de Lanús convocada por el Movimiento Evita.
Me tocó participar en la segunda en un marco desbordante, a pesar de las cómodas instalaciones, en donde se pudo apreciar el estado de movilización que tiene el movimiento nacional sea tanto en cuadros jóvenes como veteranos y que representa sin duda una muestra significativa de la conciencia política que nuestro pueblo tiene a la hora de debatir la contradicción principal y las contradicciones secundarias.
Además de las precisiones teóricas heterodoxas de personalidades de la economía como Arnaldo Bocco y Aldo Ferrer, no faltaron las opiniones de los actores sociales como la presencia de Juan Carlos Lascurain y dirigentes de la CTA y la CGT. El tema en cuestión no solo fue la condena a los “buitres” sino también distanciarse de cualquier negociación para regresar a la bicicleta financiera y caer en la "trampa de la deuda".
Y aquí me quiero detener, es preciso recordar que en 2001, en nombre del "diálogo social" nos querían imponer un tutor de la Naciones Unidas y una serie de salvatajes estructurales para quedar definitivamente atados a la deuda. A ese diálogo seguramente se refiere actualmente el titular de la UIA, Méndez, en línea con expresiones antinacionales de algún político de la oposición.
Es hora de diferenciar adversarios de enemigos, opositores de cipayos.
Fuente: Tiempo Argentino