“La integración posible será aquélla que reconozca las diversidades y permita los beneficios mutuos. Un acuerdo no puede ser un camino de una sola vía de prosperidad en una sola dirección. Un acuerdo no puede resultar de una imposición en base a las relativas posiciones de fuerza. Por el contrario, como en otras latitudes -está allí el testimonio de la Unión Europea-, los acuerdos de integración comercial deben contemplar salvaguardas y compensaciones para que los que sufren atrasos relativos, de modo que el acuerdo no potencie sus debilidades. Ese es un modo no sólo aceptable, sino fundamentalmente viable. La integración será posible en la medida que se atiendan las asimetrías existentes y si las negociaciones satisfacen los intereses fundamentales de cada país, especialmente, en materia de acceso a los mercados sin restricciones”
Néstor Carlos Kirchner. IV Cumbre de la Américas. 5 de noviembre de 2005
El próximo 5 de noviembre se cumplen 10 años del NO AL ALCA. Las grandes gestas históricas populares merecen ser recordadas y celebradas, más aún, en estos intensos tiempos en que nuestros procesos de integración en curso y los gobiernos progresistas de la región están sufriendo los intentos de desestabilización por parte del estabilshment de la derecha restauradora del orden neoliberal operando a nivel de toda Nuestra América.
El Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), nació en Miami en el año 1994. Se trataba de una vuelta “aggiornada” de la antigua y nefasta Alianza para el Progreso. El ALCA pretendía ser la versión ampliada a toda América Latina ("Desde el puerto de Anchorage hasta la Tierra del Fuego" del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA, en inglés, integrado por Estados Unidos, Canadá y México).
Fue el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, el primero en poner objeciones a este tratado en la tercera cumbre de las Américas celebrada en el año 2001 mediante la Declaración de Quebec. El documento reflejaba las pretensiones imperiales de Washington al establecer: "Instruimos a nuestros Ministros que aseguren que las negociaciones del Acuerdo ALCA concluyan, a más tardar, en enero de 2005, para tratar de lograr su entrada en vigencia lo antes posible, y no más allá de diciembre de 2005".
El cambio en la correlación de fuerzas en el continente iniciado a partir de los gobiernos de Chávez, Lula, y Kirchner creó el clima propicio para que se decretara la muerte del ALCA en la cara misma del imperio representado por su entonces presidente George W. Bush. Aún resuenan en nuestros oídos aquel grito épico de Chávez de “ALCA, ALCA al carajo”, lanzado en la contra cumbre de los pueblos en la ciudad de Mar del Plata, República Argentina.
10 años después mucho es lo que hemos ganado. La consolidación del MERCOSUR, la ceración de la UNASUR y la CELAC y el reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre EEUU y Cuba, ésta última jugando a pleno derecho con la presidencia de la CELAC en 2013. El surgimiento de nuevos bloques macroeconómicos como los BRICS, y Rusia y China como socios geopolíticos de la economía global lograron trastocar el lugar del privilegio que los EEUU y la Unión Europea tenían hasta ese momento.
Estamos construyendo otro orden mundial, un mundo más multipolar y pluricéntrico. Pero también es cierto, que el capitalismo financiero global y la derecha no se hacen esperar en su intento de volver a hegemonizar con su orden injusto y desigual.
A 10 años de aquella gesta histórica del los pueblos de Nuestra América, debemos seguir profundizando y fortaleciendo nuestros movimientos populares, nuestras democracias y la lucha irrestricta por nuestra soberanía económica, política y cultural.
Secretaría Relaciones Internacionales
SADOP