Los trabajadores de la educación privada nos encontramos en los días previos al inicio de un nuevo año escolar y, en forma específica, negociando salarios y condiciones y medio ambiente de trabajo en la Paritaria Federal Docente, en los ámbitos jurisdiccionales y con nuestros empleadores.
En este contexto, de diálogo y lucha, cobra aún más sentido nuestra resolución de gritar con todas nuestra fuerzas expresando el pensar y el sentir de los docentes privados que LAS MALVINAS SON ARGENTINAS por herencia histórica, derechos propios, ubicación geográfica, destino continental y sentimiento nacional.
Denunciamos con energía la actitud colonialista del viejo y deshilachado imperialismo británico que mantiene en el sur argentino una de las 16 colonias que todavía persisten en el mundo, continuando con aquellas prácticas de las invasiones inglesas de 1806 y 1807, de la acción militar en las islas de 1833 y del bloqueo anglo francés de 1845 rechazado por el entonces Jefe de la Confederación Argentina, Brigadier General don Juan Manuel de Rosas.
Este año se cumplirán 30 años del desembarco militar en Puerto Argentino. Aquella guerra a la que nos llevó la dictadura genocida que provocó la muerte de tantos jóvenes caídos en la defensa de la Patria. Esa generación es la generación de todos los argentinos.
Junto con la CGT levantamos la bandera de Malvinas en la larga noche del neoliberalismo donde las relaciones carnales, el ninguneo a los veteranos y la visión de la cultura elitista parecía enterrar junto a nuestros muertos en las islas todo vestigio de pensamiento situado y referencia nacional y popular.
Los trabajadores organizados reconocemos el inicio de una nueva etapa el 25 de mayo de 2003. Desde allí y hasta ahora, sostenemos un proyecto y al mismo tiempo reclamamos su profundización.
En este marco, MALVINAS fue recuperada como CAUSA NACIONAL y re-instalada como bandera de los pueblos latinoamericanos. Es la señal de la lucha por la liberación enraizada en la historia, enriquecida en el presente de procesos políticos nacionales y populares y proyectados hacia un destino de grandeza y felicidad.
Esta hora de la lucha malvinera viene de la mano de la recuperación de nuestros recursos naturales, de la exigencia de desmilitarización del atlántico sur, del reclamo del diálogo y la paz.
El aula y la escuela constituyen los ámbitos privilegiados – junto con la familia – para el iluminar el conocimiento, forjar la voluntad y templar la esperanza en la justicia.
Por ellos, los docentes privados estamos convencidos que allí, en la intimidad de la relación maestro – profesor – alumno – padres de familia, es el ámbito propicio para profundizar los valores de MALVINAS como causa colectiva del pueblo argentino.
Estamos atravesando una coyuntura histórica en el proceso de lucha por la soberanía de las Malvinas. Por ello, en el marco de las discusiones paritarias y del inicio de las clases, los docentes privados nucleados en el SADOP ratificamos nuestra férrea posición “malvinizar la currícula educativa” transformando la lucha de nuestro pueblo por la soberanía y la democracia en contenidos y actitudes nacionales y populares.