La economía china va en camino de convertirse en la mayor del mundo, desplazando de ese lugar privilegiado a Estados Unidos, según “Perspectivas de la Economía Mundial” del FMI, conocido en estos días. El informe indica que la economía china representa hoy el 16,5% del PBI mundial, medido conforme a la Paridad de Poder Adquisitivo (PPP, en inglés). En cambio la norteamericana es del 16,28%, según las últimas cifras. Y lo que es más, la diferencia entre ambos países continuará agrandándose en los años venideros, al punto que, según el FMI, “la economía china será un 20% más grande que la de los EE UU en 2019″.
El cálculo en base al PPP intenta corregir la distorsión que provocan los tipos de cambio de cada país, y mide, los bienes que los ciudadanos podrían adquirir con sus ingresos si existiera una sola moneda mundial. La medición mediante el PPP indica que el PBI de EE UU se ubica ahora en 17,4 billones de dólares, mientras que el de China alcanza los 17,6 billones.
No obstante, el PBI nominal de Estados Unidos sigue siendo casi un tercio mayor que el de China, en tanto que el PBI per cápita del gigante americano es tres veces mayor al de su competidor asiático, ya que este tiene una población descomunal de 1350 millones de habitantes, contra los 330 millones de Estados Unidos, cuatro veces menor. La otra ventaja comparativa de los norteamericanos es su moneda, ya que en el marco de la crisis económica mundial iniciada en 2008, el dólar continuó comportándose como moneda de reserva mundial, lo que le permite, entre otras cosas, emitir dinero sin riesgo de provocar una escalada inflacionaria. Si bien este cambio se pronosticaba desde hacía tiempo, el informe del FMI se suma a otros indicadores estadísticos para mostrar que hay una reorganización global de la economía.
El ascenso de China fue extraordinario en los últimos años, aún después de iniciada la crisis, ya que, según el Financial Times, “en 1980 la producción económica de China era la décima parte de la de EE UU. Y cuatro décadas después el FMI considera que la economía de China será 20 % mayor que la de Estados Unidos”. Según el diario económico londinense, esto es así porque “el crecimiento promedio del PBI de China entre 1980 y este año fue del 8,8% anual, frente al 2,7% del norteamericano.” Este avance económico chino de los últimos años tiene que ver con las grandes reformas que llevaron adelante las autoridades, que insertaron elementos de libre mercado en la economía, aunque sostuvieron contra viento y marea su rígida estructura política de partido único. Por ejemplo, el gobierno chino anunció recientemente una mayor flexibilización de la inversión interior y exterior en algunos sectores clave de la economía. Según la agencia estatal Xinhua, las empresas de cualquier origen sólo tendrán que registrarse con las autoridades locales en lugar de tener que esperar la burocrática autorización gubernamental. La medida abarca 15 sectores económicos, entre ellos fertilizantes químicos, rutas, autopistas y suministro de servicio de agua. Esta medida “liberará un gran potencial de mercado e impulsará la inversión”, según indicó el comunicado oficial.
En el mismo sentido, durante el último mes el gobierno de Beijing tomó audaces medidas para flexibilizar o liberalizar la inversión, tanto nacional como extranjera, en varios sectores económicos.
En una intervención durante la reunión del Consejo de Estado, el primer ministro Li Keqiang sostuvo que los chinos “debemos confiar en los fundamentos del crecimiento a largo plazo y tener en consideración las dificultades y los retos” que impone el crecimiento económico a tasas, precisamente, “chinas”
Por Norberto Colominas