En 1972 surge el movimiento “Frente de Lisiados Peronista» o «Frente Rengo Peronista” y por sugerencia de Juan Domingo Perón adoptaron el nombre FLP.
Este movimiento llegó a tener 300 militantes. Entre ellos se destacan valiosos compañeros como José Poblete, Alejandro Alonso, Norberto Scarpa, “Chiche” Guillén, Mónica Brull y Claudia Grumberg.
Los “Rengos Peronistas” como actores sociales y políticos invisibilizados buscaban no solo denunciar las malas condiciones con las que se encontraban sino cuestionar la intención de normalizar a la discapacidad, rompiendo con esa mirada paradigmática sobre los “lisiados”.
Las acciones iniciales del frente se dan en un contexto de dictadura militar donde se producen recortes presupuestarios en el área de rehabilitación y la represión al conjunto de la sociedad, fue un momento histórico de crisis administrativa, presupuestaria, económica y política.
Así lo describía Gilberto Renger Ponce (2014) en las siguientes palabras:
“Nosotros sabíamos que había que militar porque nadie te regala los derechos. Subimos a ver. Y lo de Cámpora fue muy lindo. Jamás habíamos visto una movilización con tantos rengos en la calle, en camilla, en sillas de ruedas, con muletas (…). Entramos por la explanada que sube del costado viniendo de Retiro. Era impresionante lo que era la militancia de todo el país. Había tanta opresión que vos sentías que todo el mundo se quería liberar y era lo más lindo, Lanusse se estaba yendo por la puerta de atrás. Nosotros pudimos entrar, una compañera del FLP entregó un ramo de flores a Cámpora. Y bue, Cámpora significaba mucho para nosotros era parte del proyecto de liberación.”
Los relatos de los compañeros Quiñones y Renger como militantes del Frente Lisiado Peronista en los setenta nos permiten conocer la experiencia de una zona marginal de un colectivo que luchaba incansablemente por posicionarse en un lugar de sujetos de derecho en un país en crisis.
De esta experiencia de militancia del FLP el principal valor se lo puede asociar a que como grupo militante visibilizó los inconvenientes del campo de los lisiados y que luchó por modificar el papel pasivo que les asignaban los mecanismos de normalización de la época.
Lucharon por modificar la imposición de una identidad despreciada como personas sujetas a la lástima con la consecuente caridad.
Lograron poner en cuestión y politizar, el sector de los “rengos pobres” cuyo destino era tan solo el aprendizaje de oficios y su inserción en talleres protegidos mal pagos.
Estos “rengos”; los “rengos peronistas”, “rengos montoneros”, “rengos marxistas”, “rengos cristianos” o “rengos subversivos” son los dueños de memorias, historias y olvidos de un sector marginado en una época nefasta para nuestro país.
Eran vistos como los “no aptos” para el trabajo, sujetos a la estigmatización que los colocaba en una situación de desventaja que los relegaba a una situación de caridad del resto de la sociedad.
El estado intervenía solo pretendiendo anular a las personas con discapacidad como “cuerpo no legitimado” (Ferrante, 2012, p.18).
Los lisiados de bajos recursos y del interior del país eran portadores de un destino marcado determinado que solo los colocaba en situación de desigualdad social, aprender solo un oficio y una inserción laboral por beneficencia o caridad en alguna cooperativa de trabajo o taller protegido.
La figura de taller protegido era considerada como un establecimiento donde el lisiado ingresaba a trabajar por alguna asociación o escuela de capacitación laboral, donde realizaban la producción de algún comercio o empresa lo que afirmaba su estigmatización:
Pobres, lisiados, no aptos, no normalizado, inhabilitado e improductivo, así eran considerados en ese momento bajo el paradigma construido por quienes lejos estaban de construir una sociedad habilitada para todas y todos.
Este 24 de marzo recordamos a compañeros y compañeras, con discapacidad, desaparecidos, torturados, secuestrados que luchaban por derechos legítimos, vulnerados y denegados.
BIBLIOGRAFÍA
Existe el libro testimonial “Los Rengos de Perón. Crónica de un militante del Frente de Lisiados Peronistas” (Alonso y Cuenya, 2015) y una serie de artículos en revistas académicas que abordan al FLP en relación a las luchas de los derechos de los lisiados durante fines de los años ’60 y ’70 del siglo pasado. Estos artículos son: “Cuerpo, discapacidad y violencia simbólica: un acercamiento a la experiencia de la discapacidad motriz como relación de dominación encarnada” (Ferrante, 2009); “Luchas simbólicas en la definición del cuerpo discapacitado legítimo en el origen e institucionalización del campo del deporte adaptado de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina (1950-1976)” (Ferrante, 2012); “Historiar los derechos a la rehabilitación integral de las personas con discapacidad en Argentina (1946-1974)” (Bregain, 2012) y “La revolución de los rengos, José Liborio Poblete Roa y el Frente de Lisiados Peronistas” (Sbriller, 2016).
Por Sandra Ferrero
SADOP – Delegación Río Cuarto