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Cuando las políticas de estado excluyen

  • Publicación de la entrada:3 septiembre, 2020
  • Tiempo de lectura:13 minutos de lectura

 “Lo que haces por mí, sin mí, es contra mí”

Pamela Molina

                           

 “Esta pandemia nos afecta directa e indirectamente a todos. Sin embargo, para las personas en situaciones de vulnerabilidad el alcance del impacto, más allá del acceso limitado, o a veces nulo, a la atención médica, bienes y servicios, es mucho más profundo; y podría, muy probablemente, aumentar las brechas en su acceso a sus derechos económicos, sociales y culturales básicos, considerando que estos grupos de personas son víctimas de discriminación múltiple e interseccional, y que estas discriminaciones se exacerban en situaciones de crisis como la actual. Nos referimos a aquellos que son pobres y marginalizados, muchos de los cuales también pertenecen a otros grupos en situaciones de vulnerabilidad, como los pueblos indígenas, afrodescendientes, personas mayores, personas con discapacidad, migrantes, refugiados y personas LGBTI, niñas, niños y adolescentes y mujeres. Las múltiples e interseccionales discriminaciones que se han naturalizado en nuestros países limitan su acceso y goce de derechos básicos, y en condiciones de emergencia, esta limitación y exclusión se agrava. Como resultado, su capacidad de sobrevivir a la pandemia es mucho menos probable. Se debe poner el énfasis en estas poblaciones que tienen que tener un apoyo especial porque su condición genera aún más retos para enfrentar la situación, especialmente aquellos que sufren de la inequidad, la de género y de acceso”. Luis Almagro, Secretario General de la OEA                                 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos analiza la situación de las personas con discapacidad causado por esta pandemia, y consideran que sigue siendo a nivel MUNDIAL  uno de los colectivos invisibilizados por múltiples barreras que aún se siguen  naturalizando. Esta pandemia no hizo más que dejar al descubierto y profundizar aún más la posición y la estigmatización de este sector.

Considerando los valores humanos como transformadores de sociedades bajo un modelo de igualdad inclusiva, las políticas de Estado deben estar pensadas de manera UNIVERSAL  al momento de tomar medidas y las personas con discapacidad, los principales actores.

Necesitamos un Estado capacitado, formado e informado con enfoque de derechos humanos, donde ningún sector de nuestra comunidad, quede en situación de vulnerabilidad.

Pensar cada medida con un enfoque de derechos humanos, de no ser así las consecuencias son estas entre otras:

Inaccesibilidad en la información a modo de prevención como son medidas obvias como la higiene, la movilidad y el contacto físico.

Falta de información del personal de salud para dirigirse a las personas con discapacidad, sordas, ciegas o sordo ciegas.

Desconocimiento sobre los apoyos que algunas personas necesitan para su mejor calidad de vida, personas físicas o materiales.

Personas con discapacidad, víctimas de abuso y violencia durante la situación de encierro.

Toda la información sobre la salud antes, durante y después de una pandemia, si nos enfocamos a esta realidad que hoy nos toca atravesar, debe ser difundida y transmitida en formatos accesible, al mismo tiempo y por todas las vías de comunicación.

Esto implica que toda la comunicación  debe ser traducida a medios visuales (lengua de señas, subtítulos), y toda la información visual que se transmite, debe ser traducida a formatos auditivos, tales como la audio-descripción, audio-texto, comunicación aumentada y otros formatos alternativos de comunicación. Debe haber versiones en lenguaje sencillo, pictogramas, infografías, para personas con discapacidad intelectual.

Utilizar los barbijos transparentes para que las personas sordas que no se comunican con lengua de señas puedan hacer lectura labial.

La traducción en lengua de señas debe ser realizada por profesionales  que estén junto a las autoridades que están informando o que ocupen espacio similar y paralelo en la pantalla de televisores. Recuadros pequeños no son efectivos. Es importante considerar que la comunidad sorda es hetereogénea, y por ello, subtítulos y lengua de señas para informar en situaciones de emergencia deben usarse conjuntamente.

Poner a disposición de los servicios públicos y de las personas con discapacidad, tecnologías de la información y la comunicación (TICS)  que favorezcan la comunicación y la autonomía de la persona en situaciones de emergencia, tales como videochats para el uso de intérpretes en los servicios médicos, aplicaciones celulares para detectar contagios, para indicar ubicación, para llamar a emergencias, programas para describir entornos a personas ciegas, para leer etiquetas, entre otros

Los intérpretes de lengua de señas y asistentes personales, guías de personas ciegas, entre otros, que trabajan en situaciones de emergencia y salud deben recibir las mismas protecciones de salud, higiene y seguridad que el resto del personal de atención médica que trabajan con COVID-19

Considerar que existen  personas con discapacidad múltiple, que dependen del apoyo personal para poder acceder a la información,  personas sordo-ciegas y las personas sordas con otras situaciones discapacitantes.

En el primer caso, se necesita intérpretes táctiles, lo que requiere redoblar las medidas de higiene y cuidado para esa asistencia.

Las personas ciegas y de baja visión deben contar también con redes de apoyo para compras y otros trámites que requieren movilidad fuera de casa, a fin de prevenir riesgos de contagio.

Todos los planes de preparación y respuesta deben ser inclusivos y accesibles para las mujeres con discapacidad, con perspectiva de género, y debe considerarse la mayor exposición de ellas a la violencia de género debido al aislamiento domiciliario. Los Estados deben estar conscientes de este riesgo y generar políticas de fiscalización y apoyo.

Bajo ningún motivo debe autorizarse la institucionalización y el abandono por causa de discapacidad. Las personas con discapacidad no deben ser institucionalizadas como consecuencia de los procedimientos de cuarentena, ni en ningún caso, y mucho menos sin su consentimiento libre e informado.

Las y los asistentes personales, trabajadores de apoyo o intérpretes que continúen sus servicios durante las cuarentenas deben someterse a pruebas proactivas para COVID 19 para minimizar el riesgo de propagar el virus a personas con discapacidades.

Los servicios remotos de trabajo o educación deben ser igualmente accesibles para empleados / estudiantes con discapacidades.

La falta de oportunidades, la invisibilización  ,el incumplimiento de la normativa vigente, la falta de acceso al trabajo, a la educación, a la salud, a los espacios públicos, al transporte, a la vida independiente, claramente son formas activas de discriminación, impidiendo el desempeño autónomo de las personas, vulnerando  a los individuos con derechos a tener derechos.

Derechos que han sido expropiados a lo largo de la historia deshumanizando a un sector que no hace más que ir por la vida pidiendo permiso en busca de sus derechos arrebatados.

El colectivo de personas en situación de discapacidad es un colectivo que resiste, que soporta,  que ha  resistido a lo largo de la historia, esperando SIEMPRE, que la sociedad  sea SENSIBILIZADA.

Claro ejemplo de una construcción social que como sociedad naturalizó y se permitió  desconsiderar al otro , poniéndolo en situación de desventaja ,bajo prejuicios y estigmas.

Una sociedad construida sin perspectivas de discapacidad que no garantiza la plena participación es una sociedad que quedó a mitad de camino, inconclusa, truncada.

El estado tiene el compromiso de concientizar y fortalecer a toda una comunidad, mientras da las garantías para que ningún derecho sea quebrantado.

Este cambio necesario y esperado depende de cada uno de nosotros, de la mirada hacia el otro, de mi actitud hacia el otro, cada uno desde su lugar, desde su espacio.

Con mirada humanizante donde todos puedan ser y estar, elegir y decidir, ese el camino a seguir para la transformación de una sociedad con valores ,esa es nuestra deuda pendiente.

Fuente : Guía Práctica de Respuestas Inclusivas con enfoque de Derecho ante el Covid 19

Organización de los Estados Americanos Secretaría de Acceso a Derechos y Equidad Departamento de Inclusión Social Abril 2020.

www.oas.org/es/sadye/publicaciones/guia-SPA.

Prof. Sandra Ferrero

Docente de Apoyo a la Inclusión

SADOP Delegación Río Cuarto