Por Mario Almirón
Secretario General de SADOP
Vivimos una situación paradójica e injusta porque todos los empleadores de entidades de educación privada están exentos del Impuesto a las Ganancias. Esto significa que no están obligados a pagar el impuesto, pese a que es claro que obtienen ganancias. En cuanto a los docentes hay un grupo de compañeros que son alcanzados por este impuesto, en contrapunto a lo antes dicho sobre los patrones.
Por eso insistimos en que no es posible sostener este tipo de desigualdades en el futuro, así como también nos parece inadmisible que los jueces de la Nación no paguen Impuesto a las Ganancias. El Estado tiene que contar con los recursos necesarios para financiar sus políticas, entendemos que en materia educativa hemos avanzado mucho con este financiamiento.
Las organizaciones gremiales no tenemos que quedarnos en la protesta del impuesto que se les cobra a los trabajadores, sino proponer la reforma del sistema tributario para que el Estado tenga recursos para sostener las políticas sociales, pero no a través de los aportes de los que menos tienen.