3 de diciembre.
“Si lo que hay ante una imagen es EXPOSICIÓN, la mirada es claramente una POSICIÓN, un punto de partida, una dimensión inaugural, posee un valor de principio: revela la posición de quien mira, desde donde mira, que altura se atribuye al mirar, en qué lugar deja o ubica a quien es mirado. No se trata tanto de mencionar su dispositivo biológico ni el aparataje cultural que lo gobierna, sino los modos de posicionarte al mirar y al mirarse… quien podrá o no podrá aprender, quien podrá o no podrá incluirse, quién podrá o no podrá tener futuro, depende mucho más de un juego de mirada”.
Carlos Skilar
La importancia del lenguaje y de su estructura lingüística sin dudas transforma la visión sobre la realidad social.
Me gustaría hacer referencia en este día a Javier Romañach y Agustina Palacios quienes comienzan a instalar el término “DIVERSIDAD FUNCIONAL”, término que describe a toda la especie humana, ya que ningún sujeto despliega del mismo modo las funciones físicas y psíquicas.
Este término comenzó a utilizarse en el Foro de vida independiente en el año 2005 con el objetivo de reemplazar el término discapacidad, terminología con connotación negativa haciendo referencia a la contraposición del termino capacidad (capacidad/ incapacidad o discapacidad).
Cada 3 de Diciembre hacemos referencia a los derechos de las personas con diversidad funcional, plasmados en la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad, Ley 26.378, históricamente vulnerados, sin espacios de reconocimientos, sin compromiso social, sin un estado garante.
Y esta vez fue la Pandemia quien puso de manifiesto y visibilizó esta desigualdad estancada, vidas deterioradas, desgastadas, INVISIBILIZADAS, una vez mas no fueron prioridad las personas con diversidad funcional.
Nada estaba ni está pensado para esta población, quienes quedaron y quedan postergados por su condición.
Otro claro ejemplo que se impone como BARRERA ACTITUDINAL.
Antes, durante y después de la pandemia, qué lugar ocupa el más vulnerable?
Eso de andar por la vida pidiendo que se cumplan tus derechos reflejados en leyes y tratados internacionales y nacionales, posiciona al individuo en situación de desventaja, de quebranto, de indignación.
Por eso como cada año nuestro compromiso es, fue y será pensar, decidir y actuar en función del otro pero con el otro.
Ninguna decisión y acción puede ser concebida sin la participación de los propios actores, voceros de sus necesidades exigibles, para lograr su estado de bienestar.
No poder decidir ni elegir porque las garantías no están dadas es despojar a las personas con diversidad funcional de su dignidad humana.
Por el cumplimiento de los derechos de las personas con diversidad funcional ahora y siempre. Es nuestro compromiso como ciudadanos pensar y actuar con perspectiva de DISEÑO UNIVERSAL.
Por Prof. Sandra Ferrero
Docente de apoyo a la inclusión
SADOP Delegación Río Cuarto