El 19 de agosto de 1969 fue creada Embraer, Empresa Brasileira de Aeronáutica S.A. Con el apoyo del gobierno brasileño, la empresa desarrolló tecnología y capacidades locales que la convirtieron en uno de los mayores exponentes de la industria aeronáutica mundial.
Su primera misión fue producir y comercializar el Bandeirante. En seguida vino el pedido del gobierno brasileño para fabricar el jet de entrenamiento avanzado y ataque EMB 326 Xavante, a partir de una licencia de la empresa italiana Aermacchi.
Con clientes en todo el mundo e importantes socios de renombre internacional, Embraer es hoy una de las mayores exportadoras brasileñas, con un extenso portafolio de productos y servicios en sus tres unidades de negocios: Aviación Comercial, Aviación Ejecutiva y Defensa y Seguridad.
Embraer tiene más de 19 mil empleados con más de 20 nacionalidades. Desde sus inicios, entregó más de 5000 aeronaves y es uno de los mayores fabricantes de jets en el mundo, con más de 1000 jets colocados. La empresa tiene establecimientos en Estados Unidos, Unión Europea (Reino Unido, Irlanda, Holanda, Francia y Portugal), Emiratos Árabes y Asia (China y Singapur).
En el segundo trimestre de 2014 recibió pedidos de aeronaves por U$S 18.100 millones. El máximo de ventas trimestrales fue de U$S 21.600 durante los meses de julio a septiembre de 2008. En el último trimestre de 2013 generó utilidades por U$S 253 millones
ARGENTINA. Nuestro país es la cuna del primer desarrollo aeronáutico de Latinoamérica, pero su historia no siguió el curso de nuestro vecino. La Fábrica de Aviones de Córdoba, fundada en 1927, fue la primera de América Latina, y en 1931 diseñó y construyó el primer avión nacional, el Ae.C.1.
A partir de 1947, Córdoba se convirtió en un formidable polo de desarrollo industrial que llegó a producir uno de los primeros aviones militares a reacción: el Pulqui I. Ese desarrollo tecnológico industrial sirvió de base para la creación del Pulqui II, un caza excepcional, y le dio a la Argentina reconocimiento internacional, que la ubicó en sexto lugar en diseño y fabricación de aviones de reacción con tecnología propia.
En 1944 la fábrica produjo un salto en cantidad y calidad que la llevó a ocupar a más de 9000 trabajadores en un complejo industrial que, con la creación en 1952 de I.A.M.E. (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado), no sólo construyó aviones, motores, hélices y accesorios, sino también vehículos utilitarios, automóviles, tractores y motocicletas.
Con el nombre de Área Material Córdoba, fue concesionada en 1994 al grupo industrial estadounidense Lockheed Martin Aircraft, que abandonó la política de fabricación y desarrollo para concentrarse en las actividades de mantenimiento. Esta situación perduró hasta su recuperación por el Estado Nacional en 2009.
Después de 15 años de gestión privada, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner adquirió las acciones de Lockheed Martin Aircraft Argentina S.A. y creó la nueva Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” S.A.(FAdeA).
Es interesante ver el recorrido de la dos empresas, Embraer y la primigenia Fábrica Militar de Aviones, como una muestra de lo que sucedió en los dos países con el desarrollo industrial y tecnológico. Coincidente con el fin de ciclo de la industria nacional que impuso la dictadura cívico-militar de 1976, Brasil reafirmó el sostenimiento de una industria estratégica como la aeronáutica. El renacimiento aeronáutico argentino ocurrió a partir de 2009 con la recuperación por el gobierno nacional de la conducción de los procesos industriales y tecnológicos aeronáuticos. Desde entonces se avanzó en emprendimientos comunes con Brasil y China, y se proyectó la actividad al ámbito regional de la Unasur.
Por Santiago Mancinelli
Fuente: Trabajo y Economía – Tiempo Argentino