Este miércoles, nuestra Secretaria General de SADOP Nación Marina Jaureguiberry participó de la VI Semana de la Investigación que lleva adelante la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET). “Es un gusto estar hoy acá junto a las autoridades de UMET, en ocasión de la celebración de los 40 años de democracia y los 10 años de la Universidad”, comentó al iniciar su exposición en el Aula Magna de la casa de estudios.
En la mesa “A 40 años de democracia, las implicancias económicas sobre la educación y el trabajo” nuestra Secretaria General estuvo junto a Gimena Vitali, rectora de la Universidad; a Mariano de Miguel, director del Instituto Estadístico de los Trabajadores y presidente del BICE y a Ana Paula Di Giovambattista, secretaria de Investigación de la UMET, que moderó la charla.
Al abrir el panel, Gimena Vitali refiriéndose a las elecciones presidenciales recordó que el país atraviesa una coyuntura donde se definen dos modelos de producción: “uno que apuesta a la ciencia, a una Argentina que todos los que estamos acá anhelamos; y otro, que promueve la privatización de la educación, del CONICET”.
Mariano de Miguel hizo un recorrido histórico en donde reflexionó sobre los matices ideológicos y políticos de los diferentes gobiernos que se sucedieron en los últimos 40 años. “El mensaje que quiero dejar es que es un error muy peligroso asignarle a la democracia un resultado que es un promedio matemático de fases muy distintas. La democracia tiene períodos muy buenos y otras fases muy malas. ¿Es la democracia o es la orientación económica de los gobiernos? Es la orientación”.
A su vez, Marina Jaureguiberry continuó en la misma línea donde explicó que si bien desde lo económico es difícil entender el por qué aparecen como nuevas recetas que son viejas, también hay un sentido común neoliberal, hay una penetración cultural en la subjetividad. Y continuó: “La esperanza está puesta en los trabajadores, en su protagonismo, en la construcción de lo colectivo. Son tiempos de militancia. Estamos frente a un proyecto de justicia social y otro proyecto que nos deja afuera a todos”. En este sentido, destacó que “para pensar el proyecto de país la esperanza está puesta en las y los trabajadores, en si somos capaces de definir y construir desde lo colectivo el proyecto de la justicia social”.