Casi 450 cooperativas participaron del programa nacional Agua + Trabajo, que durante la última década logró reducir el riesgo sanitario de la población y generar condiciones de igualdad e inclusión social, a la vez que sirvió para reinsertar laboralmente a más de 6 mil trabajadores, capacitados y organizados a través de varios organismos públicos.
En 2004, el presidente Néstor Kirchner anunció la puesta en marcha de obras para expandir las redes de provisión de agua potable que se inició en el partido de La Matanza, donde un 47 por ciento de la población no tenía acceso a ese servicio esencial.
Allí se impulsó la creación de 54 cooperativas de trabajo, la mitad compuesta por quienes eran beneficiarios de los planes Jefes y Jefas de Hogar y los demás, desocupados sin ningún tipo de cobertura social. Hasta el día de hoy, el programa significó una nueva fuente de trabajo para unas 6600 personas que estaban excluidos del sistema.
Según datos del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), desde 2004 se constituyeron a través de este organismo 447 cooperativas orientadas a soluciones en la provisión de agua potable y saneamiento a través del sistema de cloacas. La mayoría, unas 300, se conformaron en el Gran Buenos Aires y en localidades de siete provincias: 102 en Chaco, 21 en Tucumán, 9 en Corrientes, 6 en Santa Fe, 3 en Neuquén, 1 en Formosa y 1 en Salta.
El INAES habilitó las matrículas a cada una de esas cooperativas y capacitó a los trabajadores en todos aquellos conceptos y prácticas relacionadas con el funcionamiento de ese tipo de empresas. Los municipios y provincias canalizaron los subsidios para garantizar el funcionamiento del programa.
El Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), un organismo descentralizado dependiente de la Secretaria de Obras Públicas del Ministerio de Planificación Federal Inversión Pública y Servicios, se encargó de implementar las obras de expansión de redes de agua potable y cloacas en núcleos urbanos.
Agua y Saneamientos Argentinos S.A. (AYSA), la empresa del Estado que provee de agua potable y saneamiento a los habitantes de la provincia de Buenos Aires y a 17 municipios del primer cordón del conurbano, fue la encargada de hacerlo en esos territorios.
De este modo, el Estado Nacional encaró un programa de mediano plazo con varios propósitos favorables para el desarrollo con inclusión: por un lado, mejorar la calidad de vida de millones de vecinos y, por otro, capacitar a los trabajadores para que tuvieran durante el transcurso de las obras y en el futuro una herramienta propia de sustentabilidad con el respaldo de organismos públicos inter coordinados.
NÚMEROS Y SIGNIFICACIÓN
En los últimos años 5.685.696 de argentinos accedieron por primera vez al agua potable por red, y 4.461.713 a la disposición de cloacas. Las inversiones del Estado Nacional sumaron, entre obras terminadas y en ejecución, $ 33.094.729.706.
Según el último censo, la cobertura de agua aumentó del 80 al 84 por ciento y en desagües cloacales, del 47,2 al 53,18 por ciento. Los datos indican que la tasa de crecimiento en cobertura tanto de agua como de cloacas, por primera vez en las 5 últimas décadas, fue mayor que la tasa de crecimiento vegetativo de la población. Una vez más se confirma que la acción del Estado, en todos sus niveles (Nacional, Provincial y Municipal), es imprescindible para que el crecimiento económico se traduzca en desarrollo para los ciudadanos. A la vez se verifica que es insustituible para hacer eficaz la presencia del Estado, la participación ciudadana con iniciativas comunitarias y conciencia de derechos. En esta amalgama avanzaremos hacia la comunidad organizada: argentinos con iniciativa y un Estado al servicio del pueblo.
Fuente: Tiempo Argentino