El Gobierno de Mendoza publicó el Decreto 228 con fecha 14 de marzo de 2016 y la firma de su Gobernador, Alfredo V. Cornejo. Constituye la determinación unilateral de ese gobierno de dar por finalizadas las negociaciones colectivas del sector docente y decretar la pauta salarial para el presente año.
En ese marco, se inscribe la creación de un monto “en negro” denominado “Item Aula”. Así lo describen los Artículos 6° al 8° del citado Decreto. Tanto la política salarial como en particular dicho “Item” fue rechazado de plano por el conjunto de las organizaciones sindicales docentes tanto estatales (SUTE) como privados (SADOP) evidenciado en varias movilizaciones callejeras donde concurrieron centenares de miles de trabajadores de la educación.
El “Item Aula” creado por el Decreto 228 incorpora al escenario de la política salarial de los educadores un capítulo de distorsión y extorsión hacia los docentes que, por su naturaleza, merece nuestro enérgico rechazo y repudio.
La confrontación sindical territorial está siendo llevada adelante por nuestros cros y cras en Mendoza, defendiendo los derechos laborales de los docentes de esa provincia.
Nuestro enfoque se refiere a las consecuencias que la política mendocina de introducir este componente en el salario docente puede tener sobre el conjunto de los trabajadores de la educación a nivel nacional.
En efecto, el anunciado decreto de creación del Instituto Nacional de Evaluación y Equidad Educativa – se dice que será presentado un proyecto de ley -, y las declaraciones de los principales funcionarios del Ministerio de Educación, dan cuenta que el eje de la política educativa está puesto en la evaluación tanto de las instituciones como de los aprendizajes y, sobre todo, de los docentes.
La política de evaluación docente se inscribe en un fuerte prejuicio acerca de la capacitación y la responsabilidad con las cuales los maestros y profesores enfrentan en forma cotidiana la tarea aúlica.
Se parte del criterio que la inversión educativa no ha tenido los resultados esperados y que, son los docentes los responsables de los “malos” rendimientos de los alumnos reflejados básicamente en las pruebas internacionales de medición, entre ellos PISA.
Los docentes privados consideramos un gravísimo antecedente para toda la docencia nacional la aprobación unilateral del “Item Aula”, tanto por lo que implica como distorsión en el sueldo como el componente de presión psicológica y laboral que el mismo contiene.
Además, constituye una luz roja porque implica una especia de “laboratorio” de carácter experimental donde los docentes mendocinos son los conejitos de india. Es un mensaje para toda la docencia nacional en cuanto su aprobación e incorporación al salario instala la visión meritocracia que tiene por objetivo reemplazar el trabajo docente – por naturaleza colectivo y colaborativo – por una carrera individualista y competitiva entre pares que, lejos de ponderar, produce un efecto de profundo malestar en el quehacer docente.
La única iniciativa política del actual gobierno en materia educativa ha sido la propuesta de creación por ley de un instituto de evaluación de la calidad educativa. Este “mega-concepto estelar” (María del Carmen Feijoo) tiene su origen en las políticas neoliberales de los 90 donde los organismos internacionales de crédito condicionaron los préstamos a la Argentina con recetas educativas que produjeron el desguace de nuestro sistema de enseñanza.
Es necesario que los trabajadores docentes y también las universidades, los centros de estudios, los estudiantes y los padres de familia reflexionemos en profundidad sobre el significado de estas medidas que, como en el caso del “Item Aula” son de coyuntura pero apuntan a desplegar una política donde el docente sea un convidado de piedra, obligado por las circunstancias y lejano de todo ejercicio del puesto de trabajo como vocación de servicio y transformación social.
Daniel Di Bártolo
Secretario de Educación
SADOP – CDN
