El pasado 13 de marzo murió impune por los crímenes aberrantes de los que fue partícipe en el terrorismo de Estado el empresario Carlos Pedro Tadeo Blaquier. Una vez más se explica la deslegitimación social de la corporación judicial que deja impune al responsable de los crímenes contra el pueblo y la democracia pero despliega actividad inusual para condenar a dirigentas y dirigentes populares, sin importar la verdad, la justicia y en clara violación del debido proceso, la ley, los Tratados internacionales sobre Derechos Humanos y los principios y valores que deben respetar en sus sentencias.

De la lentitud e ineficacia que beneficia a terroristas criminales, en este caso este civil partícipe del horror en Jujuy, es responsable este Poder del Estado, que aún tiene personajes que son rémoras de la dictadura genocida.

Muere sin condena judicial, pero con pleno repudio popular.

Por memoria, verdad y justicia. Nunca más.

Patricia Mounier
Secretaria DDHH SADOP