El pasado viernes 26 de octubre, en la UMET (Universidad Metropolitana), la Secretaria de Educación SADOP Nación participó de una conferencia brindada por el reconocido pedagogo italiano Francesco Tonucci, en el marco de un nuevo encuentro de Formación Sindical de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). El evento comenzó a las 9:30 horas en el Auditorio de la casa de estudios con la presencia de más de 500 personas. Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de la Secretaria de Educación y Estadísticas de UTE Angélica Graciano, la Secretaría Académica de la UMET, Laura Sirotsky, Rectora del ISO (Instituto Superior Octubre) y la profesora Graciela Favilli, Secretaria Académica de la UMET. Durante toda la exposición, el orador se encargó de destacar y resaltar la importancia de los sindicatos en la construcción de una nueva educación de carácter inclusiva, incitándolos a participar de eventos y programas de acción conjunta en los cuales se plasmen los principios de una educación emancipadora.
Tonucci, que realizó estudios de pedagogía en la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, habló aproximadamente una hora para luego dar lugar a un espacio en el cual el público tuvo la oportunidad de realizar preguntas. El eje de la conferencia fue la escuela como ámbito a trabajar en términos de generar un índice mayor de felicidad tanto para alumnos como para docentes. Así desarrolló temáticas aparentemente tan simples como la vocación de un ser humano hacia alguna actividad determinada y como la estructura del sistema educativo, en muchas oportunidades, conspira contra la realización del individuo. También, el pedagogo destacó que es fundamental generar un ambiente facilitador y adecuado a las necesidades de las particularidades propias de cada estudiante. Luego, para redondear su exposición, citó al Tratado de la Convención de los Derechos del Niño, que posee un alto nivel jurídico. En concreto, destacó que el artículo 29 del tratado afirma que “los Estados partes convienen en que la educación del niño será encaminada a desarrollar la personalidad, las aptitudes y las capacidades mentales y físicas al máximo de sus posibilidades de los alumnos”. Habiendo hecho esta referencia, mencionó que a su entender, en la realidad, ocurre lo opuesto a lo que se enuncia. Así, el alumno renuncia a sus habilidades naturales configurándose una situación injusta que frustra tanto a educadores como educandos.
Las ideas generales que quedaron flotando en el ambiente fueron varias, como por ejemplo que la escuela tiene que reconocer las competencias de los niños, ya que las desarrollan desde el momento mismo en que nacen y que la educación debe fomentar esos conocimientos, incentivar la curiosidad e inquietudes para ayudar al infante a crecer sin perder su esencia que lo hace tan particular.
En definitiva y en palabras de Tonucci, “el problema es más profundo y continúa latente bajo las diversas formas estructurales y metodológicas: la escuela de todos no se ha convertido en la escuela para todos". Así que en esta búsqueda que el SADOP siempre tuvo en términos de moldear al docente como un facilitador, un adulto que escuche y proponga métodos y experiencias interesantes de aprendizaje, los invitamos a sumergirse en la vasta y rica obra de Francesco Tonucci.
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