Prof. Sandra Ferrero
Asesora en educación especial
Sadop
Para comenzar a hablar de la temática parece obvio remitir que el origen del “problema” es la falta de audición, perceptiva o conductiva.
Las repercusiones que este hecho biológico tenga en la vida, alfabetización e inclusión de esta persona, no dependen solo de la etiología, ni de la edad de la pérdida auditiva, sino que existen otros factores que influyen en estos procesos. Si solo contaran las dos primeras variables, no sería esperable, la alfabetización académica cuaternaria de una persona con hipoacusia neurosensorial bilateral.
La teoría de la gramática Chomskyana supone que todo ser humano tiene potencialmente la capacidad de adquirir cualquier lengua, considerando al lenguaje como un órgano biológico, innato, involuntario y autónomo.
Es pertinente entonces, considerar los aportes de las neurociencias, disciplinas relativamente jóvenes, que estudian la organización del lenguaje en el cerebro y que determinan que el procesamiento cognitivo no se realiza en centros específicos sino a través de redes neuronales que se extienden por amplias zonas del cerebro.
Según Patricia Salas, “conviene considerar qué aspectos del lenguaje son los innato y cuales los que se aprenden”(Salas,2015:28).
Coincido con la autora (2015) en que no es necesario oponer los conceptos como naturaleza y aprendizaje al definir la capacidad lingüística de la especie humana, donde en el proceso lector interactúan diferentes módulos del cerebro para asignar significado a los signos verbales”.(Salas ,2010:3 ).
En síntesis, (Salas ,2009) el lenguaje desde la perspectiva biológica, es la capacidad humana para adquirir y desarrollar el lenguaje de manera innata y se adquiere por el simple contacto verbal con una lengua determinada.
En cuanto a la perspectiva social, podemos decir que, permite la vinculación entre dicha facultad y la cultura a la que pertenece cada persona en una comunidad lingüística, su interacción con los otros y con el conocimiento que poseen por ser parte de dicha cultura.
La mayoría de los autores que investigan la discapacidad auditiva, (desde las líneas más antropológicas a las más medicas),coinciden en diferenciar a los niños sordos hijos de padres sordos de los niños sordos hijos de padres oyentes, ya que en esta diferencia se encuentra presente la relevancia del aspecto cultural que acabamos de mencionar.
En narrativa, lenguaje y discapacidad auditiva (Salas, 2010) se plantean los estudios sobre el lenguaje desde una mirada innatista y otra social:
“El problema lingüístico del sordo inserto en una comunidad lingüística que habla español, como lengua natural, es la de partir de una distinción conceptual entre dos nociones centrales: saber un español natural, que en el caso de las personas con deficiencia auditiva es adquirido mediante diferentes técnicas, métodos o recursos tecnológicos y saber español cultural transmitido en el uso del idioma” (Salas, 2010,13).
Quien nace sin audición, o la pierde en los primeros años de vida, presenta serios inconvenientes para realizar un proceso de desarrollo lingüístico que resulta natural para los oyentes.
El problema lingüístico del sordo es que al no oír, no recibe estímulo necesario para activar la competencia lingüística, aunque desarrolle las habilidades comunicativas. En las personas sordas prelocutivas se encuentra afectada (por la ausencia del sonido) el sistema periférico perceptivo-articulatorio.
“Cuando estas personas hablan, no lo hacen naturalmente, sino que necesitan de un entrenamiento particular que les permite sustituir el Input auditivo por otros sistemas periféricos tales como la lectura labial o la grafía.”(Salas 2015:36)
Esto equivale a decir, que pueden aprender a leer, escribir, hablar, y a reconocer algunas pistas acústicas (competencia comunicativa), desarrollando habilidades y estrategias (lectura labial, de gestos, compensaciones, inferencias) pero no poseen un mecanismo que les permita conocer lo que leen, escribir un párrafo con coherencia y cohesión, aprovechar la capacidad generativa de las lenguas cuando hablan, o entender los juegos lingüísticos en lo que oye (competencia lingüística).
El sistema lingüístico es único y exclusivo de la especie humana, mientras que el comunicativo existe en otras especies.
En el procesamiento lingüístico de las personas sordas, intervienen dos cuestiones: “Las dificultades que genera la sordera en la adquisición del lenguaje como facultad biológica y las que se producen en el proceso de utilización” (Salas 2010:1).
Para la autora, la dificultad biológica remite a la sintaxis, mientras que las dificultades que se producen en el proceso de utilización del lenguaje, están determinadas por interface entre sintaxis, semántica, gramática y léxico entre otros factores, no lingüísticos que participan en las situaciones comunicativas.
En los sordos poslocutivos, “lo que se afecta ya no es la facultad lingüística, sino la actuación y todos los procesos vinculados con la interacción entre el organismo y el entorno” (Salas, 2015:37).
La logogenia fue creada en México , hace quince años , por una investigadora de la dirección de lingüística del Instituto Nacional de antropología e historia de México, la doctora Bruna Radelli, quien inició una investigación cuyo objetivo era dar respuesta a los problemas que presentaban los estudiantes sordos frente a los contenidos académicos. Advirtió que, a pesar de estar alfabetizados, no lograban el uso autónomo de la lengua escrita, por no saber el español.
La logogenia es un método para desarrollar la competencia lingüística a través del código escrito.
A pesar de no ser un método de comprensión lectora ni de alfabetización, hace que estos procesos se desarrollen con éxito.
“La logogenia toma como base teórica la gramática Generativa y considera que la capacidad humana para adquirir y desarrollar el lenguaje tiene naturaleza biológica, innata y se adquiere por el simple contacto verbal en una lengua determinada” (Salas, 2010:11)
“Propone intervenir artificialmente en el proceso natural del lenguaje, sin enseñar la lengua se estimula, a través de la escritura, la interacción lingüística para que esa facultad, que está latente en el individuo sordo, comience a desarrollarse a partir de un input visual”(Salas,2015:58). Se trabaja el código escrito por considerarse que el sonido es independiente del lenguaje.
La logogenia pretende hacer visible, mediante la escritura, la oposición de los diferentes aspectos gramaticales. La interacción es solo de manera escrita ya que no se usa otro código (ni oral, ni gestual ni lengua de señas).
Mediante las terapias, el instrumento de trabajo de los logogenistas son los llamados “pares mínimos”. Estos se utilizan espontáneamente en la estimulación del lenguaje escrito y consisten en dos secuencias oracionales diferentes entre sí, solo por un elemento.”(Salas, 2015:60).
El objetivo de la logogenia, es el de lograr competencia lingüística en sordos, que a pesar de estar escolarizados y educados, en español, solo tienen competencia comunicativa pero no competencia lingüística (Radelli, 2001).
Lo que nos resta por decir, que no está en la bibliografía sino en la experiencia de haber visto “en acción “ la logogogenia, es que disfrutamos de ver a un sujeto siendo consciente de sus aprendizajes y despertando el deseo de aprender.
BIBLIOGRAFÍA:
Salas, Patricia (2009) “Léxico y polisemia. Barrera para la integración de las personas con discapacidad auditiva”. En Revista Interuniversitaria de Educación y Diversidad Nº5Universidad de Zaragoza.
Salas, Patricia (2010)”Narrativas, lenguaje y discapacidad auditiva”. Editorial de la Universidad Nacional de Salta. Salta
Salas, Patricia (2006)” Teoría lingüística aplicada al procesamiento de datos en sordos implantados “en Cuadernos de humanidades Nº 16 Universidad Nacional de Salta. Pág. 239-244 ISSN0327-8115
Tomasello, Michael (2007) “Orígenes culturales de la condición humana”.Amorrortu. España ISBN 9789505181162
Radelli, Bruna (2001) “Una nueva aplicación de la lingüística: la logogenia. Revista Dimensión Antropológica Nº 23 INAH Septiembre- diciembre.