Por Mario Almirón
Secretario General
SADOP – CDN
Esta nueva ley fue un reclamo histórico de la Coalición por una Comunicación Democrática y de amplios sectores de la cultura y el pueblo en general, ya que la antigua norma, entre muchos aspectos, favorecía las posiciones dominantes y monopólicas de unos pocos, quienes tienen a la comunicación como una actividad meramente comercial y no como un derecho humano personal y social que debe cobijar a todos los habitantes de la Nación.
Desde el Sindicato de Docentes Privados –SADOP- manifestamos nuestro total apoyo a la vigencia plena de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la cual viene no sólo a reemplazar lo mandado por la dictadura militar, sino que trae un nuevo aire de libertad, pluralidad y diversidad, para avanzar cada día más en este proceso de reconstrucción de una Nación libre, soberana y con justicia social.
A pocas horas de que se acaben los plazos y comience a regir a pleno la ley votada por diputados y senadores por amplia mayoría, nos encontramos en una vigilia observando cómo los distintos grupos que concentran medios de comunicación, van presentando sus propuestas para adecuarse a un marco legal que entró en vigencia hace ya tres años.
En una Nación donde durante tantas décadas hemos asistido a pérdidas dolorosas para el Pueblo somos hoy protagonistas de una fecha histórica que llevará a que se escuchen todas las voces, aquellas que durante muchos años han permanecido ocultas, calladas, o más bien acalladas por los poderosos que vieron afectados sus intereses.
Estamos ante una ley que favorece al pueblo. Una ley que busca en un amplio sentido abarcar y defender a todos. Una normativa que tiene por objetivo especial poner la balanza en equilibrio permitiendo que se expresen los humildes, los que menos tienen. Y si es algo bueno para el Pueblo, lo es también para nosotros, para los docentes, quienes tenemos un rol fundamental: defender el valor de la palabra. Así como en la escuela la palabra es para todos. Para todos debe ser el derecho a expresarse.
Debemos reasignar la palabra en nuestra Patria, para que hablen los que -teniendo voz- fueron hasta ahora silenciados.
Ese proceso democratizador es el nuevo paradigma que la Ley reconoce y protege.
Como organización sindical no podemos dejar de mencionar otro de los aspectos centrales, cual es el referido al efecto multiplicador en los puestos de trabajo que producirá, tal como la idearon y plasmaron los legisladores del pueblo.
Anhelamos un país donde se privilegie el respeto por las leyes, la atención a las necesidades de los más humildes, el acceso a la salud, a la educación, a la cultura, al deporte, a la recreación, a la pluralidad de la información.
Queremos construir una Nación donde la tolerancia sea la norma habitual, y en el cual no tenga cabida la injusticia. Y para ello es premisa irrestricta el fortalecimiento de la democracia. Esa democracia que está en el espíritu de esta ley y por la que celebramos su plena vigencia en las próximas horas.