Faltó una: respetar los derechos de las personas con discapacidad.
Comenzamos a transitar los primeros tramos de gestión de un gobierno popular; un gobierno elegido por el pueblo y donde el pueblo será el protagonista central. Un pueblo que durante largo tiempo fue lastimado y vapuleado. Por lo tanto, y como política de estado, deberá ser escuchado, dejando atrás los efectos negativos del modelo neoliberal que deja sus funciones, donde pocos sectores participaban de la agenda pública excluyendo y segregando a los más vulnerados.
El nuevo gobierno planteó claramente en treinta y cinco frases que hay una nueva mirada de la política, que hay un nuevo presidente y un nuevo proyecto de país. Podemos destacar valiosas y pertinentes definiciones que enmarcan un modelo que incluye a todos, abarcativo de todos los sectores, teniendo a la diversidad como eje transversal y a la justicia social como valor fundamental en la construcción de un nuevo país.
Entre las más destacadas, dijo el Dr. Alberto Fernández, desde ayer nuevo Presidente argentino.
“Quisiera que mis palabras expresen del modo más fiel posible, el eco de millones de voces que aún siguen resonando en toda nuestra Argentina”.
Entre ellos, las personas con discapacidad, quienes aún esperan la retribución de las pensiones no contributivas, adquiridas por legítimo derecho y arrebatadas por decisión política.
“Un contrato social que sea Fraterno y Solidario. Fraterno porque ha llegado la hora de abrazar diferente. Es tiempo de comenzar por los últimos”.
Por los olvidados, por los invisibilizados, por los que molestan o generan gastos, por los que son desechados.
“Queremos un Estado presente, constructor de Justicia Social”.
“Queremos una Argentina donde se respeten las leyes”.
“Poner a la Argentina de pie como condición necesaria para que vuelva a caminar”.
“La cultura del trabajo se garantiza creando trabajos formales con todos los beneficios de la seguridad social”.
“Rumbo al desarrollo con Justicia Social. Con oportunidades reales para todos.
Como ciudadanos comprometidos, involucrados y militantes de los derechos humanos, interpelados por la diversidad, decimos que faltó la frase número treinta y seis. Pero aquí estamos, los activistas incansables, para que el cumplimiento de los derechos humanos sea el pilar de una Argentina diferente.
Poner a nuestro país en Marcha también con los que no pueden caminar, transformando esta realidad, conociendo y nombrando a un sector que espera. No nos quedemos solo en el gesto amable de trasladar a una persona con discapacidad en silla de ruedas, acompañemos y construyamos un camino con ellos, con los que reclaman sus DERECHOS, vulnerados y desechados, generando sentido de pertenencia en un país donde no tengamos que recordar siempre que las personas con discapacidad son parte aquí y ahora.
El trabajo formal revindica la dignidad de las personas, pues que se cumpla el cupo para las personas con discapacidad.
Ningún cambio de mirada, de paradigmas se transita sin conflictos, sin contradicciones, sin discusión.
Un estado que garantice las condiciones para que la diversidad sea parte de una construcción social y una sociedad dispuesta a la transformación.
Ese debe ser el compromiso Sr. Presidente, el de su equipo, y el de todos los argentinos.
Por Prof. Sandra Ferrero
Docente de apoyo a la Inclusión
SADOP Delegación Río Cuarto