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Editorial

  • Publicación de la entrada:28 agosto, 2013
  • Tiempo de lectura:6 minutos de lectura

La historia del Movimiento Obrero Argentino es la historia de la lucha de los trabajadores por conseguir mejores condiciones de vida y de trabajo. Desde su nacimiento, el sindicalismo buscó organizarse para defender solidariamente los derechos y la dignidad de los hombres y mujeres que trabajan. A partir de 1945, superadas las etapas iniciales de represión y de mera tolerancia, el sindicalismo ingresó en el período de reconocimiento y promoción por parte del Estado. A partir de esa experiencia histórica, los trabajadores argentinos configuramos nuestro propio "Modelo  Sindical". La acción sindical generó "ideas fuerza" que se fueron consolidando en la actuación de los Sindicatos, pero, sobre todo, en la conciencia de miles de trabajadores de nuestra Patria. La "asociación" de los obreros y empleados –lo opuesto a la "disociación"– generó una cultura sindical que ha perdurado hasta nuestros días. Las sucesivas regulaciones jurídicas se acercaron o alejaron más de esa cultura y de sus principios y valores, siendo más o menos compatibles con aquella.  Pero –y esto cabe subrayarlo– el "Modelo Sindical Argentino" es mucho más que una norma y sus interpretaciones judiciales. Nuestro Modelo Sindical expresa –ante todo– la común decisión de miles de trabajadoras/es de construir instrumentos de defensa profesional basados en la unidad, la solidaridad y la participación. Ello supone una decisión política trascendente y una voluntad de permanencia en el tiempo.

No usamos aquí la palabra "modelo" con el significado de "tipo ideal" o "paradigma" a seguir, sino, más bien, como una manera de describir aquello que los propios trabajadores hemos "modelado" a lo largo de años de lucha y militancia y que presenta una identidad propia, argentina, diversa de la que se nos quiere imponer desde la Europa globalizante.

La adhesión de la inmensa mayoría de los trabajadores a este modelo sindical explica su fortaleza. Las decisiones judiciales que lo cuestionan –como el reciente Fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación declarando la inconstitucionalidad de la Ley 23.551– responden a los intereses económicos que buscan limar el poder sindical. No son otros que los intereses de los grandes empresarios que buscan desequilibrar las relaciones laborales en favor del capital. En nombre de la "libertad sindical" ejercen un verdadero fascismo de mercado, al estilo de la Revolución fusiladora en el 55 o del dictador Onganía en el 69.

Los trabajadores no estamos indefensos ante estas decisiones de la "patria judicial". Es nuestro deber reforzar de todas las maneras posibles nuestras acciones de unidad. La representación unificada de los trabajadores es una de las "ideas fuerza" que debemos militar. Porque ningún juez, ningún fallo podrá impedir que estemos cada vez más unidos, si ejercemos esa voluntad cotidianamente.

Julio ha sido un mes importante para SADOP. Luego de una etapa de fuerte reclamo y lucha gremial, y de múltiples gestiones, hemos logrado que en el seno de la Comisión Negociadora se suscriban los acuerdos que el Sindicato impulsó. Después de mucho tiempo, las asociaciones que nuclean a los propietarios/empleadores de los docentes privados (CONSUDEC, COORDIEP y CAIEP) han firmado con SADOP los tres primeros acuerdos –básicos– para esta etapa de la Organización. El Consejo Gremial de Enseñanza Privada los ha hecho suyos, homologándolos mediante la Resolución 8 de 2013, que fuera publicada en el Boletín Oficial de la República Argentina, siendo de este modo de obligatoria aplicación para todos los establecimientos educativos privados del país y sus docentes dependientes. Estos acuerdos se inscriben en los logros que –a lo largo de los años–  SADOP ha conseguido en materia de negociación colectiva: los convenios de los años 60 que dieron lugar a OSDOP y los más recientes de esta última década. El proceso negociador continúa y se enriquecerá con nuevas materias y propuestas de las partes. El presente número de La Tiza da cuenta de tal proceso, fundamental para la Organización. Dicho logro, cabe reconocerlo, se da en un marco de promoción de las paritarias por parte del Gobierno Nacional, sin cuya decisiva intervención no hubiera sido posible arribar a este resultado.

Este número también nos presenta los logros de una Década Ganada en materia de políticas educativas y legislación para los docentes. Desde distintas miradas se hace una re-lectura de los 10 años que vivimos en torno a la educación como derecho humano, en clave de inclusión y Justicia Social.

Realizamos también una primera devolución sobre la Encuesta sobre Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo de los Docentes Privados, bajo la consigna: "conocer la realidad para transformarla". Un material importante sobre cuáles son los elementos reales con los que contamos las/os docentes para desarrollar nuestra tarea en cada establecimiento educativo, y a qué obstáculos nos enfrentamos.

Abordamos el tema de la Formación Profesional Docente, convencidos de que se trata de una cuestión fundamental para los docentes y por ello para SADOP. Aquí confluyen el derecho humano a la formación y promoción en el trabajo de los trabajadores, con las legítimas demandas sobre la calidad de la educación. Estamos convencidos de que los criterios y pautas fundamentales sobre Formación Docente Continua deben ser materia de Convenio en el marco de la Paritaria Federal Docente, y en esa dirección encaminamos nuestros reclamos.

Finalmente, entre el 30 de Octubre y el 1 de Noviembre de este año, SADOP será sede del Seminario y Congreso de la FLATEC. Más de 30 sindicatos docentes de Latinoamérica nos reuniremos para debatir nuestras realidades, proponer el plan de acción futura de la Federación y elegir sus autoridades. Será una ocasión más para ratificar nuestro compromiso con la Patria Grande y la unidad de los pueblos de Nuestra América.